martes, 8 de septiembre de 2015

¿Sabes lo que firmas? Lee y comprende lo que firmas.

Muchas veces se firman documentos que no se leen porque confiamos en la persona que nos insta a firmarlo, o en otras ocasiones cuando lo leemos, no entendemos correctamente algunos apartados del mismo porque utilizan un lenguaje y unos términos que no nos resultan familiares ni comprensibles. Como consecuencia de las acciones anteriores, podemos tener dudas e incluso incumplimiento de nuestras obligaciones contractuales. ¿Sabes la importancia que tiene tu firma?


Parece una obviedad, pero si remarcamos la importancia de la lectura y comprensión del contrato es porque es habitual (por desgracia) no leer aquello que se firma y mucho menos se entienden las cláusulas o estipulaciones que forman parte del contrato. 

Es importante que previamente a la vinculación que deriva de la firma de un contrato, las partes se hayan puesto de acuerdo sobre los términos y condiciones del mismo, plasmándolas fielmente en el documento, estableciendo las circunstancias en las que estas son aplicables, la duración de las obligaciones contractuales, así como los supuestos en los que una de las partes incumpla o desista a la hora de obligarse.

Es fundamental conocer que, lo establecido en el contrato, es ley entre las partes. Además de obligarse al cumplimiento de las cláusulas pactadas, se obliga a todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley. (art. 1258 del Código Civil).

Lo primero que hay que hacer, por lo tanto, es leer el contrato de forma integra, sin prisas y con libertad. Una vez leído (u oídas en su defecto las condiciones) y comprendido el contenido, habrá que, salvo que no se este de acuerdo con lo establecido u acordado en el contrato, firmarlo para mostrar el consentimiento con el contenido del mismo (siendo recomendable firmarlo en todas las páginas y en color distinto al negro para diferenciar los originales de las copias). 

Si no se estuviese de acuerdo con alguna de las cláusulas o estipulaciones, es conveniente hacérselo ver a la otra parte para evitar malentendidos y/o incumplimientos en un futuro. Nuestra propia experiencia nos ha demostrado que con esta simple conducta evitaremos muchos problemas y ahorraremos mucho dinero en procedimientos judiciales.

Puede parecer exagerado contratar un abogado para que revise un determinado contrato, pero desde aquí aseguramos que multitud de Pymes y particulares confían en el asesoramiento jurídico preventivo para evitar tener problemas en el futuro. En este sentido, lo habitual es pedir información a tu abogado de confianza de aquellos conceptos, o clausulas que no se entienden, para que se aclaren, se redacten de otra forma o en su caso expliquen el contenido de las mismas para tener la seguridad de que se firman contratos que se pueden cumplir por ambas partes. 

Así que recuerda, antes de firmar, lee y comprende lo que firmas.

No hay comentarios:

Tu Opinión es importante, ¿Que te ha parecido?